El llamado divino a la madurez: por qué los emprendedores deben dar fruto
La madurez emprendedora y la construcción de marca son inseparables. La verdadera productividad en los negocios no es pura fanfarria, sino resolver problemas reales, servir a los demás y reflejar la identidad que Dios te dio. A medida que madures, tu marca se convierte en la expresión auténtica de quién eres y en el legado que estás llamado a construir.